sábado, 14 de mayo de 2011

Los monos y los dos viajeros

Dos hombres, uno quién siempre decía la verdad y el otro quién decía solamente mentiras, viajaban juntos y por casualidad vinieron a la tierra de los monos.
Uno de los monos, que había llegado a ser el rey, mandó que ellos fueran agarrados y traídos ante él, para saber que opinaban los hombres de él. Él pidió al mismo tiempo que arreglaran a todos los monos en una fila larga a su derecha y a su izquierda, y que colocaran un trono para él, como era la costumbre entre hombres. Después de estas preparaciones él dio aviso de que los dos hombres deberían ser traídos ya ante él, y los saludó con esta frase:
-¿Qué clase de rey les parezco ser, oh forasteros?
El Viajero Mentiroso contestó,
-Usted me parece el rey más poderoso que he conocido. - contestó.
-¿Y cuál es su estimación de aquellos que usted ve alrededor mío?
-Éstos,- respondió, -son compañeros dignos de usted, y sirven para ser embajadores y líderes de ejércitos.-
El mono rey y todo su tribunal, satisfecho con la mentira, mandaron que un hermoso presente fuera dado al adulador.
Entonces el viajero verídico pensó para sí,
-Si una recompensa tan grande fue dada para una mentira, ¿con que regalo no puedo ser recompensado, si, según mi costumbre, digo la verdad?-
El mono rey rápidamente le preguntó:
-Y a usted, ¿cómo le parecemos yo y mis amigos que están alrededor mío?
-Tú me pareces,- dijo él, -simplemente un mono, y todos estos tus compañeros, después de ti, son monos igualmente.
El rey de los monos, enfurecido al oír esas verdades, lo entregó a los dientes y las garras de sus compañeros.

"A quien le gusta ser adulado, aborrece la verdad. Busca y acepta siempre la verdad de las cosas, aunque a veces no sean de tu agrado".



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